El age management es esencial en organizaciones con trabajadores de varias generaciones. Este enfoque promueve la colaboración, el desarrollo personalizado y la flexibilidad laboral, guiado por un liderazgo que valora la diversidad etaria. Al adoptar estas estrategias, los líderes pueden fortalecer la innovación y cohesión de sus equipos para un éxito organizacional sostenido.

Esta práctica de cohesión social también impacta positivamente en la salud de los mayores, pues hace que su mente funcione mejor y potencia sus capacidades de valerse por sí mismos. Por ejemplo, según el Instituto de Mayores y Servicios Sociales de España, “las investigaciones han demostrado que las personas mayores que realizan con regularidad voluntariado con niños queman un 20% más de calorías a la semana, tienen menos caídas y dependen menos de bastones para desplazarse”